¿De dónde nace lo que escribo?
¿Nace de la cabeza, los huesos, el corazón?
¿Nace del vínculo entre mi cuerpo y mi alma? ¿Nace de la razón?
¿Nace del deseo de comprenderme a mí misma y plasmar el Universo que me habita y me rodea?
¿Nace del recuerdo, el juego o la imaginación?
¿Nace de mis ganas de leerme, crearme, acompañarme, o del infinito amor que tengo para compartir y para darme?
¿De dónde nace todo lo que pienso, siento y elijo contarme?
Estas y muchas otras preguntas surgieron a partir de aquella relectura que hice de mi primer diario, ese que comencé a escribir hace casi tres años cuando emprendía una aventura que me traería a conocer nuevos lugares, personas, experiencias y sobre todo, me impulsaría a compartir lo que estaba viviendo y creando.
Parte de este proceso que aún sigo viviendo es lo que Litzia me invitó a compartir en su hermoso podcast Camino en espiral 🌀
🎧 El episodio te lo dejo a continuación esperando que lo disfrutes tanto como yo:
Amo... escribirnos para leernos y reconocernos. Leer mis diarios personales es un ritual, los leo cada tanto, cuando mi alma necesita recordar. Siempre tengo un marcatexto a lado para resaltar esas frases que necesito releer y dejar que me abracen de nuevo.
Gracias por eso Gaby 🥰
Leer los diarios antiguos me parece un ejercicio muy catártico. Como si se abriera un portal en el tiempo, y me viera a mí misma escribiendo y caminando la historia. A veces me ha pasado de recordar cosas o temas que me apasionaron y luego las dejé, y retomarlas a partir de esas lecturas. Gracias por compartir tus sentires ❤️🔥❤️🔥