Entre el movimiento que me pide el cuerpo para salir a caminar por la montaña o el río, y la calma que me recuerda la importancia de apreciar cada paso y respiro.
Entre el movimiento interno que generan mis emociones y pensamientos, y la calma de saber que cuento con las herramientas para escucharles y atenderles en cualquier momento.
Entre el movimiento de aprender y crear, y la calma para detenerme a descansar antes de volver a empezar.
Entre el movimiento de compartirme y conectar con los demás, y la calma de procurar momentos a solas para recargar.
Entre el movimiento de la acción y la calma de la pausa.
Entre el movimiento de la expresión y la calma para nutrir la inspiración.
Entre el movimiento del cambio y la calma para aprender a navegarlo…
Así es como voy danzando.
Y ustedes lectores, ¿Cómo van iniciando su año? 🎊
Me encantaría leerles en los comentarios 💌