Qué paz no ser para todo el mundo.
Qué paz no tener que cumplir expectativas ajenas.
Qué paz habitarme completa.
Qué paz no seguir la receta.
Qué paz sentirme a gusto con quien soy hoy.
Qué paz darme la oportunidad de crecer y expandirme a donde voy.
Qué paz no tener que achicarme para encajar.
Qué paz poderme equivocar.
Qué paz reconocer mi autenticidad en los demás.
Qué paz sentirme libre de cambiar.
Qué paz poder hablar claro y fuerte.
Qué paz conocer mis límites y respetarlos.
Qué paz convivir con otros puntos de vista.
Qué paz nutrirme de otras perspectivas.
Qué paz reconocer mi valor.
Qué paz tratarme con amor.
~ Gabriela Dorantes.
Estas palabras han surgido como recordatorio para los días en los que sigo sin sentirme completamente parte del lugar en donde vivo, para cuando me siento incomprendida, perdida o sin conectar con los demás…
Está bien no encajar en cualquier lugar, me repito, porque eso me permite nutrir y valorar aún más los lugares y vínculos donde me siento vista, celebrada y sostenida 🌻